Reflexiones 2.0 (Enterprise y Personales) de Marco Cimino

un momento de pausa entre la presión de cada día….

La identidad digital (2)

with 14 comments


Hace unos días publicamos un post hablando de identidad digital. Digo publicamos porque el post se convirtió en un trabajo colaborativo gracias a los comentarios y aportaciones de Carlos Molina, Luis Pablos, Miquel Duran, Xavi Bermudez, David Soler, Olivier Salmon, José Luis Gato, Oscar Raul Rodriguez, Jorge Duré, Daniel Ponte, @jrosell¸ Tona Pou, César Leon, a los que aprovecho para dar las gracias e invitar a seguir participando en este espacio.

Dejo a un lado el contenido inicial del post y me centro en las aportaciones del “grupo de trabajo accidental” para hacer un resumen de las posiciones más o menos comunes a todo el grupo:

No es posible separar nuestra identidad digital personal de nuestra identidad digital de empleados de la compañía por la que trabajamos. Nosotros somos nosotros y siempre debemos actual de forma coherente.

Tampoco es posible separar nuestra identidad analógica de nuestra identidad digital. No es una extensión (la identidad digital), no es un complemento, es un reflejo. Tiempo al tiempo. Por lo tanto, no puedes desdoblarte en el mundo digital y ser “infiel” a tu propia persona.

¿Nuestra identidad personal se encuentra vinculada a nuestra actividad profesional? Sin duda, toda persona, por pequeña que sea su responsabilidad en una empresa, debe entender que se debe cierta fidelidad a la misma. De igual manera todos debemos hacer que nuestros equipos estén ligados emocionalmente a la marca facilitando su discurso positivo.

Las empresas (conscientes de la importancia de los Social Media para las marcas) deberían capitalizar la presencia de muchos de sus empleados en la Red (ya sea en redes sociales, profesionales o simplemente si acostumbran a comentar en blogs y foros), animándoles a participar y aceptando que dediquen parte de su tiempo para ello.

Para ello es necesario formar mínimamente a los empleados en competencias digitales y consensuar una política de comunicación / comportamiento en los medios 2.0, que en ningún momento debería ser impuesta, sino apoyada por los mismos empleados (este fue uno de los puntos más críticos del debate).

Esta política deberá respetar en todo momento la identidad propia del empleado evitando limitar su libertad de expresión, limitándose a orientar / adaptar su presencia en base al entorno.

Las empresas deben conseguir conversar a través de la voz y la identidad de sus empleados, de una forma natural, creíble y honesta, estableciendo una relación de confianza (basada en estos principios) con sus clientes y sus empleados.

14 respuestas

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  1. Bastint la marca (personal i més enllà)…

    No fa pas gaire dies parlava en aquest blog d’Identitat Digital i Xarxes Socials, on esmentava la problemàtica de les múltiples identitats d’una persona a la xarxa, o bé les múltiples persones corresponents a un determinat nick o nom. En el…

    Edunomia

    enero 17, 2010 at 11:59 pm

  2. […] os propongo la lectura de 2 post de este mismo blog en cual se habla de identidad digital (1) y (2).  No perdáis de vista los comentarios; muy […]

  3. […] os propongo la lectura de dos posts de este mismo blog en cual se habla de identidad digital (1) y (2). No perdáis de vista los comentarios; ¡¡muy […]

  4. Con los pies en la tierra: Implicar a los trabajadores de una organización en la cultura global de empresa es harto difícil. Hablarles de empresa como ente dotado de personalidad pública es ciencia ficción. Ya la eficacia como individuo y grupo es bastante complicado. Por lo general, el trabajador maneja dos parámetros: horario y sueldo. Lo demás, en un porcentaje altísimo, es.. o mejor, no es.
    Su planteamiento de capitalizar la presencia de los empleados en la red es perfecto, yo como trabajador podría llevarlo a cabo. Pero mi experiencia en la dirección de marketing de una pyme me hace pensar que es absolutamente ficticio.

    Fran Almajano

    febrero 16, 2010 at 6:23 pm

  5. Hola Fran,

    gracias por tu «baño de realismo», efectivamente en gran parte tienes razón. La implicación y la motivación de los trabajadores de una empresa es sumamente difícil y en la mayoría de las veces muy frustrante.

    por otra parte, pero, no acabo de estar totalmente de acuerdo contigo. en muchos casos los parámetros que manejan los trabajadores son sueldo y horario. pero en muchos otros casos hay otros valores como la satisfacción personal, la creatividad, el ambiente, la comodidad y otra serie de mecanismos que, juntos con salario y horario, mueven a las personas.

    llámame soñador, visionario o extraterrestre. pero creo que en una pyme y con el apoyo de la dirección general es posible potenciar la comunicación, el talento, la colaboración y el posicionamiento de la marca adoptando un modelo 2.0

    gracias por compartirlo!

    Marco Cimino

    febrero 17, 2010 at 12:22 am

  6. Saludos.

    He llegado a este post un poco por casualidad, pero el tema me interesa y me gustaría aportar mi punto de vista.

    Soy desarrollador web, y alguno de mis proyectos ha requerido no sólo el diseño del soporte de una comunidad online, sino que también he ejercido como una especie de community manager amateur, teniendo que desempeñar muchas de las funciones típicas de estos: moderación de foros, dinamización de la comunidad, promoción de la comunidad, atención a las quejas de los usuarios, soporte…

    El caso es que desde un principio me planteé mi identidad digital como algo que, si bien es una extensión o reflejo de mi identidad «analógica», es algo distinto. Como verán me he identificado con un alias. No lo he hecho con la intención de esconderme tras un seudónimo para poder decir cosas que no diría firmando con mi nombre y apellidos: para mí, mi identidad digital está unívocamente asociada a mi alias, es decir, que siempre que me identifico en algún sitio online lo hago con mi alias, incluso a sabiendas de que no soy el único «Hefesto» que hay en la red. Me tomo tanto interés en «trabajar» la reputación digital de Hefesto como si estuviera trabajando con mi nombre y apellidos.

    Los motivos que me llevan a hacer esto son claros: soy muy celoso de mi intimidad, y poner tu nombre y apellidos abiertamente en internet es abrir de para en par las puertas de entrada a buena parte de dicha intimidad, mucho más si tenemos en cuenta que en algunos medios sociales estos nombre y apellidos van acompañados de información personal de diversa índole, como aficiones, amistades, intereses…

    En algunos sitios me he encontrado con cierto rechazo al hecho de que me haya identificado con un alias, pero mi experiencia es que en general, siempre que no utilices el alias para ser otra persona (normalmente una más desagradable), el efecto es el mismo que el de usar tu identidad real.

    Por otro lado, tampoco soy ningún paranoico de guardar en secreto mi identidad. En algunos casos he interaccionado en la «vida analógica» con gente que he conocido en la «vida digital», y en esos casos en los que realmente ambas vidas se solapan, no he tenido ningún reparo en decir «hola, soy Fulanito de tal, aunque vosotros me conocéis como Hefesto». Y a partir de ahí todo ha sido normal, porque lo cierto es que no hay diferencia entre ambas identidades. Tan sólo es que una hace las veces de una especie de «cortafuegos», limitando el acceso a ciertas partes de mi vida que me gusta que permanezcan como están.

    De todas formas creo que esto no es algo tan raro, no algo que se haya inventado con Internet, sino que es algo propio del medio escrito: los alias y seudónimos se usan desde los tiempos de los romanos. Aún así, me gustaría conocer vuestra opinión acerca de esta forma de desarrollar la identidad digital.

    Hefesto

    febrero 18, 2010 at 9:24 pm

  7. Hola Hefesto,

    personalmente (te hablo a título estrictamente personal) prefiero dirigirme a personas que exponen su identidad real, bien a través de su nombre, bien a través de su foto, o simplemente porque firman lo que escriben.

    hace que la relación parezca más real, más sincera. pero entiendo que es un hecho absolutamente personal. hay buena y mala gente en todo sitio.

    entiendo tu posición y entiendo tu celo por tu vida personal. creo que el equilibrio entre el ego y lo que nos exponemos cuando hablamos de nosotros es algo muy personal, muy intimo. no por utilizar un seudónimo eres mejor o peor persona.

    por otra parte, la privacidad es algo que va más allá y algo más complicado. aunque nos «escondamos» detrás de un nick muchas veces estamos revelando detalles a través de facebook (fotos, videos) o twitter (geolocalización, que hacemos) que hablan de nuestra vida y de las personas que nos rodean…

    yo he llegado a la conclusión que, siendo persona 🙂 y viviendo en este mundo hablaré abiertamente de mi mientras esto no me perjudique en algo.. ya no distingo entre lo real y lo virtual, además muchos de mis amigos reales de hoy fueron conocidos virtuales de hace un tiempo.

    espero haber aportado algo, gracias por pasarte por aquí!

    Marco Cimino

    febrero 19, 2010 at 8:55 am

  8. La identidad digital, por su propia naturaleza, aporta este doble efecto de exposición y ocultamiento.
    Un pseudónimo no es más que el nombre de un avatar que nos «representa» on line. En primera instancia como un «rostro visible», aunque luego ese nombre y esa imagen se llenen de contenido al actuar en la Red. Somos nuestros actos (y nuestras palabras). Lo que deberíamos plantearnos es qué nos permite hacer la Red que no hacemos en el mundo real, cómo lo llevamos a cabo y qué motivos nos impulsan a ello.
    Para los que les interese el tema, propongo la lectura de las novelas de Pat Cadigan relacionadas con la realidad cotidiana y la virtual, las identidades personales y las digitales y cómo interactúan entre ellas. En esos relatos de ficción encontraréis una reflexión más profunda e interesante que en muchos otros textos relacionados con estos asuntos.
    Aunque se puedan tener muchas identidades (¡tampoco tantas!) sólo disponemos de un cuerpo y una línea de tiempo, o dicho de otro modo: sólo se vive una vez.
    Siento la brevedad del apunte, y más tratándose de un tema que me interesa mucho, pero hoy el mundo 1.0 me reclama.
    Seguimos hablando.

    montecarlo

    febrero 19, 2010 at 9:12 am

    • Muy buena aportación «montecarlo»

      en mi blog debería dejar que postearan los que me siguen 🙂

      un abrazo!

      Marco Cimino

      febrero 19, 2010 at 9:16 am

  9. Saludos de nuevo.

    Gracias por vuestras respuestas. Casualmente ayer mismo di con esta noticia, que ilustra a las mil maravillas a lo que me refiero:

    http://abclocal.go.com/kgo/story?section=news/7_on_your_side&id=7283384

    Si te identificas con tu nombre y apellidos, les estás poniendo las cosas en bandeja a los que se dedican a este tipo de prácticas alegales (cuando no ilegales) y en todo caso inmorales. Cualquier empresa puede comprar esos datos (tanto legalmente como en el mercado negro) y cuando les llegue un cliente, teclear su nombre y apellidos y voilà, detalles personales al canto.

    Ya digo que, en mi opinión, mientras no uses un seudónimo (o pseudónimo, según se prefiera) para ser otro, creo que la gente acabará valorando lo que eres, que al final es exactamente lo mismo que si firmaras con nombre y apellidos.

    Hefesto

    febrero 19, 2010 at 2:44 pm

  10. Lo que más me gusta del mundo mundial de las participaciones en los blogues es ver cómo se va haciendo este efecto teléfono roto en el que uno escribe una cosa y cada otro destaca el matiz que le llama la atención.
    Y vengo aquí a hablar de mi. Como identidad real, y a resaltar «ya no distingo entre lo real y lo virtual». Creo que en cuanto tejes una red, que puede ser de 2 personas, de contactos, te olvidas de que eso es «virtual», haciendo pública esa relación, más almitas se unen a esta red de personas. Somos reales comunicándonos a través de herramientas tecnológicas.
    Podemos no ser reales, claro, que la internet permite que te pongas personalidades y nicks y estas cosas, pero tiene que ser un currazo.
    Desde el punto de vista de la presencia en la red del individuo/trabajador como imagen para dar valor o buena imagen o lo que sea de la empresa que me paga el salario, como ya dije en otro post, me parece difícil. No por lo que comenta Fran que voy por la pasta, que es un hecho, sino porque para que mi empresa me guste, tiene que ser coherente y justa. Sobretodo en la política de recursos humanos.
    Volviendo a identidad digital y su gestión. No tengo mi foto en ninguno de mis avatares. No quiero que mi jeto salga y además me encanta Barbarella. Mi primera cosita abierta online fue un fotolog que abrí con el nombre de mi correo electrónico de toda la vida que era el mote que me puso un amigo. Fui digital con mi mote analógico. De hecho, para mucha gente real soy La Povo en referencia a ese mote que después ha sido nick. Cuando abrí blog y twitter, quise hacerlo con mi nombre todavía no sé porqué. Si se trata de reputación digital, pues lo llevo claro. Soy burra online y soy burra ofline. A veces me he planteado no llevar cosas tan personales a internet. O hacerlo con otro perfil, pero no, como soy real, y como tal contradictoria, inconstante, impulsiva y torpe, no creo que tuviera éxito en lo de gestionar dos cuentas personales. Por eso me río yo de la marca personal. Mi marca personal me la tendría que gestionar alguien más coherente!
    De lo del strenjer (Hola Carlos!) me quedo con «sólo disponemos de un cuerpo y una línea de tiempo, o dicho de otro modo: sólo se vive una vez.» Pero, por eso de discutir, en internet puedes optar a tener más vivencias que las que te permita el cuerpo, kenó? Puedes fingir. Bueno, yo no, pero gente que quiera, puede. Sostengo que durante poco tiempo, pero puede. Sostengo que si la persona que tiene enfrente y con la que se relaciona es medio internauta y persona se dará cuenta de que ese nick no corresponde a una persona. Referente a las cosas que se quieran aparentar… No tiene porque ser nada malo. Puedes querer aparentar seguridad. Puedes querer aparentar simpatía si eres muy tímido. O puedes querer ser un individuo sosín y pasatú si tienes una vida muy estresada en la que siempre seas padre, marido, jefe, currante… Igual es en la vida real en la que nos toca tener identidades y la red la que nos permite ser solamente nosotros?

    Hola, soy Tona Pou y soy una rollera de cojones (y desde que mi ídolo @TITONET dice tacos en público, yo, también! XD)

    Tona Pou

    febrero 19, 2010 at 2:44 pm

  11. Marco,
    identidad digital?..en antropologia decimos que sólo se construye identidad cuando uno es capaz de definirse en función de la cultura en la que se incluye. Es decir, tu puedes haber nacido donde sea, serás de donde escojas. Y en la digital este precepto se eleva a la quinta potencia, uno escoge ser de twitter o de facebook, y el avatar, y con quien habla y a quien sigue, el mundo digital es el exponente antropológico por excelencia, yo hace algunos posts que dije que si Levi Strauss estuviera aquí seria un twitero excepcional….pero como no quiero llenarte el disco duro pero si quiero que cumplas lo que escribes y nos dejes postear….pues hasta aquí hoy……;-)……baci

    Trina Milan

    febrero 19, 2010 at 3:01 pm

    • no solo sería un honor, sino una obligación por el bien de la humanidad que deje postear a las personas que realmente pueden opinar sobre este tema!! 🙂

      ..otro meme al canto?

      Marco Cimino

      febrero 19, 2010 at 3:03 pm


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