Reflexiones 2.0 (Enterprise y Personales) de Marco Cimino

un momento de pausa entre la presión de cada día….

Archive for mayo 2011

Mi hijo es famoso

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[tweetmeme source=”mcimino” only_single=false]El viernes pasado fui, como de costumbre, a buscar a los niños al colegio. Es uno de los placeres que tengo el privilegio de disfrutar: la jornada intensiva de los viernes que me permite llegar a las 17:00 a recogerles; eso sí .. mientras todavía se dejen.

El ritual es siempre el mismo. A las 17:00 en punto en la puerta del colegio del pequeño Pol (a.k.a. el Sueco), para luego sobre las 17:10 aparcar en las proximidades del colegio de «la mayor» que, después de haber saludado a todas las amigas con la intensidad y la emoción de quien está a punto de abandonar para siempre el planeta tierra (esto sucede todos los viernes! casi me atrevería a decir que sucede cada día!!! 🙂 ), hacia las 17:40, aparece por la esquina de la calle: Papa, vamos a casa que tengo muchos deberes!

Algún día tendré que contestarle que el que lleva 30 minutos esperando soy yo!! Pero este no es el tema…. el de hoy, por lo menos.

Ya me había dado cuenta en otras ocasiones, pero el pasado viernes quizás tuve la confirmación de lo que hasta ese día había sido una sospecha, sin ser del todo consciente de ello: mi hijo es famoso!

Y cuando digo famoso evidentemente no me refiero a periódicos, televisión y programas de corazón. Me refiero a que cuando salimos del colegio un numero discreto de niños y niñas que no van a su clase les saludan. Incluso muchos padres se dirigen a el y le desean buen fin de semana!

Estoy seguro que esto os pasa a la inmensa mayoría de padres con hijos en edad de primaria: ellos tienen una capacidad innata de socializar, de disfrutar de lo que hacen, de aprender, compartir; de convertir el «ir al colegio» en algo que por sí mismo es una recompensa, mucho más allá de la promesa de «aprender», «educar» y «construir el proprio futuro».

No satisfecho, me pongo a buscar la nota de la última evaluación del pequeño… a no ser que la maestra pueda darme algunas pistas sobre el tema, y literalmente leo:

Pol es un niño perfectamente integrado en la clase, que disfruta con las actividades diarias. De carácter dócil, siempre sonriente, participa en todas las actividades de grupo, mostrando un especial interés en los juegos y diversión. Muy atento en clase, siempre presente, procura empatizar con los demás compañeros en búsqueda de actividades interesantes que estimulen su curiosidad y ganas de aprender. En otras palabras, su actitud es correcta y su proceso de aprendizaje es adecuado.

Ya está! Aquí va la «formula mágica» del «Sueco»!

– Juego

– Alegrar el día, divertirse, sonreír

– Estar presente, empatizar con los demás y con el trabajo

– Escoger tu actitud

Su «formula personal» le convierte en una persona respetada y de referencia entre sus compañeros de clase y de colegio; sus amigos le buscan y cuentan con el como un miembro destacado de su comunidad…. lo que no recuerdo es en qué ocasión le hablé del mercado de pescado de Pike Place 🙂

(obviamente lo que os explico en este post es solo «parcialmente» real … mi hijo Pol es real, es realmente una persona encantadora, mi hija también lo es, voy a buscarles cada viernes, me quedo esperando media hora… y creo firmemente que la actitud lo es todo! El resto es parte de la historia)

Written by Marco Cimino

mayo 24, 2011 at 6:38 pm

La «ficción» mejora la realidad?

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[tweetmeme source=”mcimino” only_single=false] (Escribo este post bajo los efectos de la ira moderada, la impotencia y el sentimiento de haber sido «usurpado»  por ignotos que han «clonado» mi tarjeta de crédito para luego utilizarla en la compra de saldo para juegos online; y por lo tanto seré menos objetivo de lo habitual y posiblemente más alocado en mis reflexiones, eso sí, sin perder el optimismo y el buen humor 🙂 )

Nos pensábamos que comprar por internet fuese peligroso, nos dijeron que había que estar atentos. Nunca confíes tu código de seguridad, fíjate en que aparezca el símbolo del candado en el navegador, analiza la credibilidad de la web en la que estás comprando. En todo momento puede haber por allí escondido «el hombre de negro» que a través de un sofisticado sistema de captura de datos está a la espera de sus «victimas» para llevarse los datos de sus tarjetas, llevando a cabo su sórdido plan.

Los peligros de la red. El miedo a lo desconocido. La maldad que puede haber detrás de una página, amplificada por la sensación de impotencia y quizás el desconocimiento del medio.

Pues no!

Resulta que estás comiendo en un restaurante en el centro de Londres y un camarero distinguido y muy educado (en carne y hueso, nada de virtual), vestido con su uniforme impoluto, se lleva la tarjeta de crédito para cobrar la cuenta y se apunta en un papelito el número de la tarjeta, la fecha de caducidad y el código de seguridad que aparece en el retro!

Ni red ni tonterías! Una persona absolutamente real, en un restaurante real (en el cual comí un steak un poco duro!) que con un gesto absolutamente natural e insospechable, y sin la necesidad de vestirse de «hombre de negro», se lleva parte de tu identidad, para revenderla en el mercado por unas cuantas Libras.

Es que cuando nos dicen: señor, es probable que le hayan clonado la tarjeta, nos imaginamos un instrumento demoníaco capaz de leer el contenido de la tarjeta y copiarlo en otra tarjeta, imprimiendo en su caratula el nombre de la persona y la fecha de caducidad (que seguramente los hay). Pues no, un bolígrafo y un papel, y la tarjeta (que malauguradamente no estaba protegida por código PIN) queda «clonada».

Tenemos miedo de la red, pero resulta que en la red muchas veces nos comportamos de forma distinta: somos más pacientes y educados, tenemos una predisposición a ayudar a los demás y a participar a cambio de nada (o del simple reconocimiento).

Muchas veces las personas que habitualmente no frecuentan la red tienen recelos de lo desconocido y de las personas con las que no han tenido previamente un contacto real. Las empresas miramos con desconfianza el dialogo abierto en internet, la posibilidad que nuestros clientes opinen libremente de nosotros y de nuestros productos. Estamos constantemente en búsqueda de algún que otro troll irrumpa en nuestro blog.

Y mientras no bajamos la guardia, desconfiamos y analizamos lo que pasa en la red para detectar donde se esconde el hombre de negro, resulta que en un restaurante de ladrillos y vidrio, un camarero de carne y huesos (malnacido, pero de carne y huesos), con un bolígrafo sin truco y un papel cualquiera (ni siquiera de papel reciclado!) se apunta los datos de mi tarjeta de crédito!

Mientras, en la otra punta de la tierra, un chaval canadiense que no conozco está escribiendo sus comentarios a una presentación que colgué hace unas semanas en la red, para ayudarme a mejorar los elementos gráficos, obviamente A GRATIS! 🙂

La «ficción» no solo supera la realidad; muchas veces la mejora!

Written by Marco Cimino

mayo 6, 2011 at 10:03 am

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