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Observando …. se entiende mejor
[tweetmeme source=”mcimino” only_single=false] En efecto el título de este post debería ser: «todo lo que he aprendido en un experimento de observación de cómo es el comportamiento de la gente frente a uno o más códigos QR encontrados en la calle» (al más puro estilo Miguel Del Fresno, aka @Yo_antitwitter), pero he preferido darle más protagonismo a otro aspecto: la necesidad de la observación.
Solo observando el comportamiento de las personas delante del escaparate de una tienda ha sido posible llegar a una serie de conclusiones sobre el uso de los códigos QR en acciones de «street marketing», que quiero compartir con vosotros. Algunas quizás obvias, otras no tanto. Y quizás incluso reveladoras sobre el «cuando utilizar y cuando no utilizar» un código QR en una campaña.
En resumen:
1) Los códigos son la mayoría de las veces “invisibles”. Parece mentira pero la gente en principio no se da cuenta de la presencia de un código QR. No es suficiente poner códigos en un tamaño “normal” en un escaparate (por ejemplo) sino hay que poner un código de tamaño exagerado para que incluso moleste a la vista!! He visto en primera persona como la gente miraba el aparador evitando con la mirada el QR y fijándose el los objetos expuestos detrás del código. Preguntando después si se habían dado cuenta del código, la mayoría ni siquiera sabían que delante de sus narices había un QR. La solución ideal es que el código QR sea parte del mensaje promocional y no un elemento disociado de el.
2) Tienen un efecto “diesel” que se amplifica en el tiempo. La curva de lecturas (el patrón que he podido deducir de las experiencias) empieza muy tímidamente (en las primeras 1-2 semanas) para luego empezar a subir exponencialmente. Este sistema proporciona resultados óptimos en campañas de medio / largo plazo. (a partir de 3-4 semanas).
3) Los códigos son adictivos. En todos los casos las personas repiten. Tanto en casos de premios como de cupones de descuento el número de personas que a lo largo de la promoción vuelven a leer el código es muy elevado (más del 70%). Esto indica que hay un cierto factor de “adicción” a la lectura del código. En algunos casos incluso hemos detectado un comportamiento casi «enfermizo», con lecturas compulsivas cada hora durante 3 y 4 días seguidos.
4) No funciona el efecto “misterio”. Un código que no explique para que sirve y que valor aporta al usuario genera un 60% menos de lecturas que un código que lleva asociada una explicación.
5) Cuantos más códigos mejor. La presencia de más códigos (con funcionalidad igual o distinta) incrementa el número de lecturas de todos los códigos. Si por ejemplo colocamos un código en el escaparate de dos tiendas (en un radio de 10-15 metros el una de la otra) en una misma calle con una promoción similar o totalmente distinta, obtendremos un 30% más de lecturas de cada código con respeto a poner un único código en una tienda de esa misma calle. Si incrementamos el número de códigos a 3 o 4, también se incrementará el número de lecturas unitarias (de cada código). La presencia de más códigos, no importa si de la misma marca/promoción u otras, ayuda a incrementar la visibilidad de todos ellos … es cómo cuando te fijas en una mujer embarazada en la calle y al cabo de un rato te das cuenta de la cantidad de mujeres embarazadas que hay 🙂