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Tecnología nueva, modelos antiguos
[tweetmeme source=”mcimino” only_single=false]En el colegio de mi hija profesores y alumnos utilizan redes wifi distintas. La de los alumnos (cómo no) tiene el acceso restringido. No es posible tener acceso a determinadas páginas, Facebook, WhatsApp y otros servicios están restringidos. Y eso que el colegio apostó por el programa eduCAT1x1 de la Generalitat de Catalunya, con el cual se pretendía educar a los alumnos de la ESO introduciendo poco a poco el uso de las nuevas tecnologías en el día a día del colegio.
Bueno, en realidad todo está restringido. El único acceso permitido desde este enlace wifi es la propia plataforma educativa desarrollada en el contexto del programa eduCAT1x1.
La wifi de los profesores, en cambio, es más rápida y no tiene restricciones.
¿Resultado? Cada semana los alumnos inventan algo nuevo para «descubrir» (otros utilizarían el verbo «robar») la contraseña de la wifi de los profesores!
Está claro; la técnica de la prohibición no funciona con estos chavales. Más nos empeñamos en prohibirles algo y más obtenemos el resultado opuesto. Es por nuestra obsesión de protegerles de algo que sin duda pertenece más a ellos que a la generación de sus profesores, o quizás el miedo que dediquen más tiempo a navegar, chatear o colgar sus fotos que a estar atentos a la clase? O nuestra impotencia delante de unas generaciones que necesitan tres veces más los estímulos que necesitábamos nosotros a su edad para no aburrirnos?
No pretendo ser un experto en educación, no sabría ni por donde empezar. Pero está claro que si queremos introducir el uso de Internet y las nuevas tecnologías entre los chavales de la ESO, no parece una buena técnica empezar con una prohibición. Y, sinceramente, tampoco me parece demasiado brillante empezar por facilitarles un «sustituto» de Internet, representado por la plataforma eduCAT1x1, que me parece algo «lejos» de lo que Internet realmente representa.
Una generación bajo ciertos aspectos (algunos, no todos) envidiable; nacidos en la era de las redes sociales, los smartphones, la democratización de Internet, el crowdsourcing, a los cuales por fin podemos ofrecerles algo mejor que una serie de televisión, y que podemos «educar» y «enseñar» sobre el uso de Internet; a los cuales «sólo» somos capaces de «limitar» el acceso desde el colegio y ofrecer una charla (con todos mis respetos) sobre los peligros de Internet realizada por los «Mossos d’Esquadra». (repito, con todos mis respetos!). Creo que algo no funciona!
Estos chavales perteneces a la generación «multitasking», al «always on», a los que mientras miran la tele comentan las imágenes en Facebook con los amigos, a los que jamás cogerán un diccionario para buscar un término. Pertenecen a una generación distinta, pero que muy distinta.
Una generación a la que nos arriesgamos alejarnos del todo si no hacemos el esfuerzo de entender y adaptarnos a su mundo, mientras (con paciencia) les enseñamos cómo ellos pueden adaptarse al nuestro.
Written by Marco Cimino
febrero 27, 2012 at 4:30 pm
Publicado en Internet, reflexiono, Social Media
Tagged with innovación, internet, nuevas tecnología, sociedad digital
Sobre la red, la libertad, la diversidad y los guetos…
[tweetmeme source=”mcimino” only_single=false]Hace unos días leía un post (que he intentado buscar pero le he perdido la pista .. sorry 😦 ) que alertaba del incremento espectacular del uso de las redes sociales, acompañado por una sensible disminución de contenidos de valor.
En otras palabras, a la vez que cada día más personas están incorporando el uso de las redes sociales en su cotidianidad, nos estamos volviendo todos un poco más frívolos … o quizás sea culpa de los que han llegado por últimos que han contribuido a bajar la media (puestos a hecharle la culpa a otros….)
Hace días que le doy vueltas al tema, intentando organizar las ideas para escribir con un mínimo de orden este post. No sea que luego me tachen de «frívolo» por no haber sabido exponer con la suficiente claridad lo que me ronda en la cabeza 🙂 , pero como al final hay que darse uno mismo un ultimatum, voy a poner una debajo de la otra una serie de reflexiones que me gustaría compartir con vosotros (superficiales o no).
Las redes sociales deberían ser el reflejo de nuestra sociedad. Dando por descontado que las redes sociales en definitiva se componen de personas, y que la mayoría de estas personas al final adoptan un comportamiento «veraz» (que es el único que se puede defender y mantener a lo largo del tiempo), deberíamos llegar a la conclusión que las diferencias entre redes sociales y sociedad en «carne y huesos» deberían ser mínimas.
También es cierto que hay determinadas personas que en las redes sociales «actúan», adoptando un comportamiento distinto de la realidad. Pero que me decís de aquel insospechable padre de familia que de repente asalta un banco y se fuga a Brasil?
Por lo tanto, si las redes sociales son el reflejo de nuestra sociedad, no deberíamos extrañarnos de que, a medida que el uso de las redes sociales se convierte en un hábito de las personas que componen nuestra sociedad (a medida que los cambios generacionales convierten los «pocos elegidos» en «mayoría significativa»), estas se parezcan cada vez más a la realidad de nuestra sociedad.
Lo que antes eran «unos cuantos frikies, profesionales de la comunicación, el marketing, la tecnología«, ahora son «estudiantes, carteros, señoras Antonia, la vecina del 2B, el profe del gym…..».
También es bastante normal que lo que antes eran «artículos de Neuromarketing» ahora sean cualquier tipo de información, artículo, experiencia, comentario, etc. (y no quiero hacer ejemplos porqué todos son válidos y respetables).
Nuestra sociedad es por definición «diversa». Personas distintas, con intereses distintos, que provienen de culturas y experiencias diferentes, que han tenidos más o menos oportunidades de desarrollar habilidades en base a las circunstancias. Una sociedad en la cual la mayor riqueza es la diversidad. Diversidad de culturas, de experiencias, de habilidades. La diversidad que permite que todos los que sepamos vivir sin prejuicios tengamos la oportunidad de aprender y mejorarnos cada día.
Por eso no me imagino una red en la cual todo sea valor y todo esté pensado para aportar un indiscutible valor a los demás. Una red formada por «ciudadanos de clase A» en la cual no haya espacio para los «hijos de un dios menor».
Las redes sociales han nacido como un mecanismo más de socialización entre individuos. Antes nos unían intereses comunes (frívolos o no) pero nos limitaba la geografía. Hoy, gracias a las redes sociales, las barreras de las distancias ya no existen, dándonos la posibilidad de enriquecernos aún más por la diversidad de culturas a las que antes no todo el mundo podía llegar.
Las redes sociales seguramente nos permiten compartir y difundir valor; pero también permiten que compartamos ocio, diversión, sentimientos, experiencias, risas con personas dispuestas a hacer lo mismo. Y no por esto debemos sentirnos inferiores; y no por esto debemos sentirnos con derecho a criticar quienes no aporten valor.
Las redes sociales no son y no deben convertirse en un «gueto» de eruditos y gurús autoproclamados; de ciudadanos de primera, de una sociedad de élite que mira a los demás por encima del hombro. La red no es de nadie y es de todos; y por lo tanto nadie puede determinar a priori como debería ser y todos tenemos el derecho de hacer que sea…
Por favor, cada 5 twits … postear alguna chorrada! 🙂
Written by Marco Cimino
febrero 1, 2012 at 12:45 am
Publicado en 1 desde Barcelona, reflexiono, Social Media
Tagged with contenidos, diversidad, guetos, libertad, redes sociales, valor