Archive for agosto 2010
Notas de viaje
Lamentablemente estoy disfrutando mis últimas horas de vacaciones. Mañana, a primera hora, pondré rumbo a la oficina para volver a la realidad, este año más cruda que nunca. bueno, esto de hecho lo digo cada año, es que uno no para nunca de quejarse 🙂
Durante 3 maravillosas semanas he disfrutado de la familia, tiempo para compartir con los hijos (en calidad y cantidad), con los amigos, algo de trabajo (que nunca te permite desconectar totalmente), mucho sol, lecturas, arena, mojitos, arroces, música, alguna siesta, bicicleta, caminatas, mar, agua, etc etc.. vamos, lo necesario para recargar las pilas y volver para enfrentarse con el último trimestre del año, el «monstruo» capaz de darte enormes alegrías (si las cosas salen como o mejor del previsto) o tremendas decepciones (si finalmente no se cumplen los objetivos marcados para el año).
Pero este año, además, me he dedicado a «observar». He planteado dedicar parte de mi tiempo libre en vivir mi vida desde el exterior, como observador de mi mismo y de las personas que me rodean, como si se tratara de extraneos. Sin la presión de tener que tomar decisiones (que normalmente es lo que me pasa el resto del año) me he limitado a «apuntar» en una libreta virtual mis observaciones con el objetivo de acumular información, clasificarla y dibujar un «mapa» de todo lo que me rodea.
He observado a mi entorno más próximo, los amigos, las personas en general, a mi mismo y mi manera de reaccionar delante de los demás y de las situaciones, en distintos momentos, simplemente recopilando la información para crear una especie de «cuaderno de notas» como el que Bruce Chatwin utilizaba en sus viajes: un moleskine!
Un ejercicio divertido y incluso a veces sorprendente que me ha ayudado a confirmar cosas que siempre he sabido y nunca he querido admitir (si, es cierto soy un testarudo de primera 🙂 ) y que me ayudará en el futuro, una vez regresado al período en el cual de manera ineludible estamos obligados a tomar nuestras decisiones, a entenderme mejor. Toda esta información ahora está allí, conectada, a la espera de una chispa que provoque lo inevitable: la r-evolución, el reinventarse diario, el sobrevivir, la materialización de las ideas, los proyectos, los sueños.
A todos los que tengáis la suerte de comenzar vuestras vacaciones mañana, no perdáis la ocasión de crear vuestro proprio moleskine!
a todos los que, como yo, mañana volvéis a la realidad…. si tenéis la ocasión de pasar por Sant Cugat, os invito a café! 🙂
mira con tus propios ojos
Me inspira un post de Mauricio Santambrosio, el espejo del diablo, que con su habitual sentido común analiza aquellas empresas que se rigen por una imagen construida y proyectada pos un espejo que por su verdadera imagen, la que nos atribuye el mercado.
Lamentablemente nunca somos lo que somos, sino lo que el mercado cree que somos. Y nuestros esfuerzos deberían dirigirse en demostrar al mercado lo que queremos ser para que nuestra imagen se consolide de forma coherente con nuestros propósitos.
En su post, Mau, habla contundentemente de los directores de marketing que declaran que su empresa ofrece un «inmejorable proporción ente calidad y precio», y aún peor de los que añaden «y además es cierto», como si ellos mismos no creyeran en su propia mentira. No se trata de decir, sino de actuar. Se trata de diseñar una estrategia que posicione nuestros productos que sea coherente con lo que creemos que somos y sustentarla con acciones dirigidas a «probar» que lo que queremos ser es totalmente cierto.
Solo de esta forma conseguiremos transmitir nuestra verdadera esencia, más allá de la imagen que nosotros mismos hemos creado y proyectado en «los espejos del diablo».
Pero las empresas pequeñas tenemos un doble problema; romper los espejos del diablo para proyectar nuestra imagen verdadera y romper nuestro corazón para marcar un mínimo de distancia con la criatura que nosotros mismos hemos creado.
Los CEOs, emprendedores, fundadores de proyectos empresariales normalmente nos movemos por una componente económica (evidentemente) y por una componente emocional. El proyecto que estamos creando es parte de un sueño, un maravilloso sueño sobre el cual nos volcamos en alma y cuerpo porque aquello representa un trozo de nuestra propria vida.
Pero existe una posibilidad, remota pero mucho mas grande de lo que solemos imaginar: que nuestra visión no sea la correcta! O, sin destrozar nuestro EGO, que nuestra visión no sea lo suficientemente empresarial para sustentar nuestro proyecto a largo plazo. O simplemente que no hayamos tenido aquella pequeña cantidad de suerte que en todo proyecto se necesita para superar los baches.
En ese caso, no tan remoto, nuestro corazón, nuestra pasión por lo que hemos construido, a veces representa nuestra propria ruina. La incapacidad de reconocer nuestra falta de visión y confiar en otras personas (colaboradores, empleados, asesores, consultores, especialistas, etc..) para que nos ayuden a diseñar una estrategia que ayude a completar nuestra visión y a garantizar el sustento de nuestra compañía en el tiempo.
Estamos acostumbrados a regirnos por nuestro instinto, por nuestro conocimiento y creemos que la experiencia y el conocimiento del producto y del mercado lo es todo, y a veces cuando las magnitudes se hacen grandes, no es exactamente así.
Creerme el darse cuenta de que solos no podemos llegar no es tan fácil y representa muchas veces un ejercicio de humildad importante.
Dejar de ver con los ojos de nuestro corazón y ver las cosas con nuestros proprios ojos..
Desde las temperaturas tórridas, las arenas y las aguas del infierno en el que me encuentro… un feliz verano a todos 🙂