mira con tus propios ojos
Me inspira un post de Mauricio Santambrosio, el espejo del diablo, que con su habitual sentido común analiza aquellas empresas que se rigen por una imagen construida y proyectada pos un espejo que por su verdadera imagen, la que nos atribuye el mercado.
Lamentablemente nunca somos lo que somos, sino lo que el mercado cree que somos. Y nuestros esfuerzos deberían dirigirse en demostrar al mercado lo que queremos ser para que nuestra imagen se consolide de forma coherente con nuestros propósitos.
En su post, Mau, habla contundentemente de los directores de marketing que declaran que su empresa ofrece un «inmejorable proporción ente calidad y precio», y aún peor de los que añaden «y además es cierto», como si ellos mismos no creyeran en su propia mentira. No se trata de decir, sino de actuar. Se trata de diseñar una estrategia que posicione nuestros productos que sea coherente con lo que creemos que somos y sustentarla con acciones dirigidas a «probar» que lo que queremos ser es totalmente cierto.
Solo de esta forma conseguiremos transmitir nuestra verdadera esencia, más allá de la imagen que nosotros mismos hemos creado y proyectado en «los espejos del diablo».
Pero las empresas pequeñas tenemos un doble problema; romper los espejos del diablo para proyectar nuestra imagen verdadera y romper nuestro corazón para marcar un mínimo de distancia con la criatura que nosotros mismos hemos creado.
Los CEOs, emprendedores, fundadores de proyectos empresariales normalmente nos movemos por una componente económica (evidentemente) y por una componente emocional. El proyecto que estamos creando es parte de un sueño, un maravilloso sueño sobre el cual nos volcamos en alma y cuerpo porque aquello representa un trozo de nuestra propria vida.
Pero existe una posibilidad, remota pero mucho mas grande de lo que solemos imaginar: que nuestra visión no sea la correcta! O, sin destrozar nuestro EGO, que nuestra visión no sea lo suficientemente empresarial para sustentar nuestro proyecto a largo plazo. O simplemente que no hayamos tenido aquella pequeña cantidad de suerte que en todo proyecto se necesita para superar los baches.
En ese caso, no tan remoto, nuestro corazón, nuestra pasión por lo que hemos construido, a veces representa nuestra propria ruina. La incapacidad de reconocer nuestra falta de visión y confiar en otras personas (colaboradores, empleados, asesores, consultores, especialistas, etc..) para que nos ayuden a diseñar una estrategia que ayude a completar nuestra visión y a garantizar el sustento de nuestra compañía en el tiempo.
Estamos acostumbrados a regirnos por nuestro instinto, por nuestro conocimiento y creemos que la experiencia y el conocimiento del producto y del mercado lo es todo, y a veces cuando las magnitudes se hacen grandes, no es exactamente así.
Creerme el darse cuenta de que solos no podemos llegar no es tan fácil y representa muchas veces un ejercicio de humildad importante.
Dejar de ver con los ojos de nuestro corazón y ver las cosas con nuestros proprios ojos..
Desde las temperaturas tórridas, las arenas y las aguas del infierno en el que me encuentro… un feliz verano a todos 🙂
Y eso que se supone que estas de vacaciones y ya llevas dos post en unos pocos días. 😉
Como en el caso de Mausant solo diré que hay que dejar de mirarse el ombligo y ser más autocrítico.
David Soler
agosto 13, 2010 at 10:16 am
Gracias David,
Mientras hayan personas dispuestas a leerte en vacaciones, vale la pena buscar entre sol, paellas y mojitos un momento para compartir alguna reflexion 🙂
Un abrazo!!
Marco Cimino
agosto 13, 2010 at 12:25 pm
Hola Marco, muy bueno el post. Bajo mi opinion el movimiento 2.0 mas la situacion economica que vive el pais nos hace pensar diferente. Nos ayuda a crecer transparentes y humildes. Esa humildad nos hace escuchar mas a los demas y de esta forma aprenderemos mucho mas. Eso nos hara llegar mas lejos, o eso espero vaya. A otro nivel y en otro camino me aplico el cuento. Gracias por escribir tus reflexiones. Seguro que muchos aprendemos de ello. Un saludo y a disfrutar de paellas, mojitos y solete.
Eduard Serrano
agosto 19, 2010 at 10:26 am
Hola Eduard,
Muchas gracias por tus comentarios, de hecho tu mismo eres un muy buen ejemplo de como reinventarse mejorando cada dia.
Enhorabuena!!
Una abraçada
Marco Cimino
agosto 19, 2010 at 11:36 am