Reflexiones 2.0 (Enterprise y Personales) de Marco Cimino

un momento de pausa entre la presión de cada día….

Archive for julio 2010

Desconectarse es morir

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Más que un post, quiero simplemente pensar en voz alta.

Esta mañana me he levantado con la intención de escribir un post titulado «cerrado por vacaciones«, comentando que empieza el periodo vacacional, la mente necesita un descanso, el cuerpo necesita algo de ejercicio físico y que en resumidas cuentas, aunque algo seguramente caería (una foto en Facebook o Posterous, aquello de «kit básico para algo especial».. un comentario fugaz en twitter..), se reduciría la actividad en la red y sobretodo se cerraría el blog hasta la vuelta de septiembre.

También, como se acostumbra a hacer por navidades / año nuevo, me había propuesto el preparar una lista de buenos propósitos para la vuelta de las vacaciones; con la ventaja, respeto a las navidades, de poderlos reflexionar y madurar en las 3 semanas de descanso y poder volver con las ideas muy claras de cómo realizarlos.

No había acabado la lista, simplemente había definido 3 áreas de actuación: un propósito a nivel profesional, posiblemente relacionado con algo de innovación, alguna idea o proyecto interesante para trabajarlo a la vuelta de las vacaciones; otro propósito que le haga especial ilusión a un ser querido y , por último, algo mío, personal, que me alimente la ilusión y me llene el depósito de gasolina para el sprint final hasta diciembre.

Pero hoy, posiblemente me he levantado poeta.. muchas veces me levanto tonto, casi siempre me levanto alegre… y unas pocas (gracias a Dios), lo hago en formato poeta.

Y he pensado… podemos pedir a nuestro cuerpo que deje de respirar? podemos pedir al sol que deje de iluminarnos? podemos pedir a un enamorado que deje de amar? podemos pedir a un niño que deje de soñar?

Por la misma razón, NO podemos pedir a una criatura digital (en ese caso yo) que se quede desconectado 3 semanas!!

O sea que, nada de cerrado por vacaciones, seguimos por aquí!!

Feliz verano a tod@s!

Written by Marco Cimino

julio 22, 2010 at 11:40 am

Madre mía, el lío en el que me voy a meter..

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Si, ya se que me voy a meter en un terreno peligroso, con el riesgo de que me etiqueten de visionario (en el peor de los sentidos), charlatán, hipócrita, simplista, filósofo de pacotilla, egocéntrico, falso guru y todo lo peor que se pueda uno esperar.. pero lo voy a hacer igualmente.

Os voy a hablar, desde la experiencia de los sentimientos, de la necesidad de adaptarnos a las circunstancias, a la importancia de desarrollar nuestra propia capacidad de adaptación a los cambios. Nuestra «resiliencia«.

Todo nació hace unos días, en la playa. Compartíamos reflexiones con una amiga, Esther, que nos comentaba de la posibilidad de dar un giro radical a su vida (y a la vida de su familia), trasladándose al extranjero para una experiencia profesional. Y en concreto de cómo esta posibilidad se vivía desde distintos miembros de la familia, con enfoques diferentes y contrastantes. En un momento económico y social como el actual, resulta no solo bueno sino incluso necesario que en todo momento nos replanteemos nuestras vidas, nuestros roles. Que en todo momento intentemos reinventarnos, a nivel personal y profesional, para garantizar nuestra supervivencia, en búsqueda de la «felicidad». El ejemplo que nos planteaba Esther es un ejemplo claro de reinvención…. r-evolución. Saberse adaptar al momento. Mudarse a la otra parte del mundo y volver a empezar.

Por un lado, un cambio tan radical (como el trasladar nuestra vida a 15.000km de distancia) es una forma perfecta de volver a empezar. Si nos encontramos en la necesidad de realizar cambios importantes en nuestra vida, siempre estaremos condicionados por nuestro propio entorno. Desde los amigos, la propia familia, nuestros hábitos, incluyendo nuestra comodidad o nivel de vida que hayamos alcanzado hasta el momento. En definitiva nuestra estabilidad. Lo que en condiciones normales consideramos una ventaja, nuestra posición social en definitiva, se convierte en un freno a la hora de plantearnos cambios radicales. El cambiar nuestro entorno facilita de alguna manera el que podamos incluso renunciar a todo lo que estamos acostumbrados, dándonos la posibilidad de concentrarnos en lo que realmente importa. A 15.000km de distancia, volviendo a empezar, todo podría ser diferente incluso con una cierta facilidad.

Por otra parte la resistencia al cambio. Dejar parte o la totalidad de nuestras «certezas» como la familia, los amigos, la tierra, el entorno, el trabajo, aquel jefe que nos amarga pero al mismo tiempo nos sirve de referencia. Todos estos son elementos de estabilidad que en un momento de grandes cambios pueden resultar inhibidores de nuestras decisiones. El proceso de cambio es un proceso obligatorio en nuestras vidas. Tanto el lo personal como en lo profesional debemos cuestionarnos constantemente para intentar mejorar nuestra situación y mejorarnos como personas, en lo individual y en lo social. Y cambiar siempre supone dejar algo a tras, algo que a veces nos duele (y por lo tanto el dejarlo atrás se supone una mejora) pero otras veces es algo que queremos, que estimamos y por lo tanto el dejarlo atrás nos va a suponer esfuerzo y un dolor inevitable.

Y si no tuviésemos ninguna alternativa? Y si estuviésemos obligados a cambiar nuestra vida? No vivamos el cambio como una obligación, más bien como una escapatoria. Saber asumir que hay que cambiar como una parte natural de nuestro proceso vital nos ayuda a asumir que en determinados momentos es necesario pasar por fases de cambio (y posiblemente de dolor) para poder mejorar y mejorarnos. Quien no es capaz de asumir esto quedará estancado en su posición, sin posibilidad de adaptarse a un mundo cada día distinto.

Retomaba en estos días «la buena crisis» de Alex Rovira, un libro que justamente habla de esto, del cambio, del dolor y de como reinventarse a uno mismo. Reinventarse para sobrevivir. Y paralelamente (gracias a mi amiga Esther) me emocionaba con la historia de Randy Pausch (explicada en su Last Lecture en la Universidad de Carnegie Mellon). La tremenda historia de un profesor universitario al cual diagnosticaron un cáncer de páncreas, que dedicó su última clase magistral en la universidad a explicar cómo conseguir los sueños que cada uno de nosotros tenemos de niños.

Bueno, y dicho todo esto.. finalmente llego a las mismas conclusiones, y esto me tranquiliza porqué significa que no iba mal encaminado.Y las quiero compartir con vosotros.

Diseña tus propios sueños. Más allá de los típicos sueños de niños, que para algunos son sueños de verdad (ser bombero, astronauta, etc), no dejes de soñar y no dejes de definir que quieres ser cuando seas mayor.

Lucha por ellos. No dejes que se queden simplemente en sueños. No te conformes con lo que tienes, sino no descanses hasta mejorarlo. Ten en cuenta que los sueños fáciles de conseguir no existen, los ingredientes siempre son los mismos: Pasión, Perseverancia, Esfuerzo, Humildad. La pasión es la gasolina que te permite aguantar el recorrido, la perseverancia te ayuda a superar las dificultades, el esfuerzo es el precio que hay que pagar para la recompensa final y la humildad es lo que nos permite aprender de nuestros errores y volver a comenzar para alcanzar nuestro sueño.

Disfruta. Lo importante no es llegar, sino el camino. Si eres consciente de ello, podrás disfrutar cada día de los que estas haciendo, sin importar el esfuerzo necesario y superando los obstáculos que seguramente encontrarás por el camino. Si disfrutas de los que estás haciendo estarás contento hasta en los momentos más difíciles; y tu alegría se contagiará a las personas que están a tu lado, mejorandoles su confianza, autoestima y aptitud general.

Comparte. No pretendas hacer el camino solo. Somos animales sociales, necesitamos a los demás para compartir, aprender, ayudar y ayudarnos. Cuando intentamos mejorarnos deberíamos dedicar nuestro tiempo también a mejorar los demás. No podemos pensar únicamente en nosotros, en lo individual. Lo social, lo colectivo también necesita cambiar, evolucionar, mejorar sino ….

Aprende. El ejercicio del aprendizaje es un ejercicio continuo. Nunca des por descontado nada, nunca creas que no hay otra forma de hacer las cosas. Nunca te rindas delante de una evidencia. Descubre, investiga, aprende, equivocate. Es parte del juego. Equivocarse nos ayuda a mejorar y alcanzar nuestros sueños. Quien no se equivoca no decide nada en su vida, simplemente asume pasivamente los acontecimientos.

Juega. Cuando somos niños reunimos todos los elementos anteriores. Tenemos sueños, luchamos por ellos, somo curiosos, queremos aprender… Juega, es la mejor manera de seguir niño.

Nada más, simplemente necesitaba compartirlo. Gracias por escucharme.

Written by Marco Cimino

julio 14, 2010 at 3:51 pm

¿cómo las redes sociales cambiarán nuestra vida (profesional)?

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Desde hace unos días la interficie de nuestro CRM corporativo, SalesForce, presenta una novedad interesante: Chatter. Chatter es una especie de microblog que se alimenta manualmente respondiendo a la pregunta ¿En qué estás trabajando? (¿os suena?  🙂 ) o bien automáticamente en base a las acciones que realizamos sobre cuentas, contactos, oportunidades y tareas de nuestro escritorio de trabajo.

Chatter, además, permite tener una visión del perfil de cada usuario y de sus habilidades, similar a Linkedin, conocer sus últimas actividades y navegar por la red de seguidores y seguidos , en definitiva su red de contactos, similar a twitter. Por último (last but not least) es posible intercambiar ideas con los demás usuarios de la organización y potencialmente con toda la comunidad de usuarios y desarrolladores de la plataforma Salesforce.

Chicos, agárrense que vienen curvas! Por fin hemos roto la barrera entre la colaboración (en su versión más actual, la del software social) y las herramientas orientadas a la ejecución de procesos de negocio de la empresa.

Por fin estamos entendiendo que las herramientas de colaboración de última generación no son artilugios infernales destinados a una minoría de frikies que dedican su jornada laboral a procrastinar  (perder el tiempo) hablando del talento, la innovación y la gestión del conocimiento, mientras otros trabajan duramente para llevar los dineros a casa… por fin estamos entendiendo que la colaboración está a la base de la innovación y que lo que estamos aprendiendo en las redes sociales debe ser aplicado al mundo empresarial, porqué el resultado de la empresa no está en las manos de 4 directivos brillantes que lo saben todo, sino es el resultado de todos y cada uno de los que componen la cadena del valor en una empresa.

Por fin estamos rompiendo las barreras que hay entre los que piensan y los que ejecutan, porqué quien ejecuta muchas veces es el que conoce más de cerca el negocio y los clientes, y por lo tanto tiene el criterio necesario a la hora de aportar ideas. Por fin estamos rompiendo las paredes de nuestras oficinas para practicar el crowdsourcing en beneficio de todos, y por fin estamos entendiendo que lo importante no es el conocimiento en sí, cuanto las personas que añaden criterio y ponen en contexto dicho conocimiento. Aquello de «la información es poder» ha pasado a la historia… las personas somos poder y volvemos a tener nuestro justo protagonismo gracias a la socialización de nuestro trabajo, retornando en su totalidad la responsabilidad de la procrastinación a la maquina del café, cigarros y similares. 🙂

Por fin hemos entendido el error que se ha cometido durante muchos años: el centro del conocimiento y la innovación NO es la información, en todas sus formas conocidas. Durante muchos años hemos digitalizado, clasificado, ordenado, clasificado, indexado montañas de papel que la mayoría de las veces se acaba pudriendo en esos campos blob de nuestros sistemas documentales. Ahora nos hemos dado cuenta que el verdadero conocimiento, la verdadera innovación está en las personas. Y estas no hay que digitalizarlas, clasificarlas, indezarlas, ni convertirlas en Matrix, sino simplemente proveerle de mecanismos que les permitan comunicarse y compartir ideas, dentro y fuera de la empresa. Los mismos mecanismos que estamos utilizando a diario en nuestra vida personal para compartir momentos, emociones, afinidades con nuestros amigos, conocidos o desconocidos en la red.

A partir de ahora me espero que ya no existan plataformas empresariales y herramientas de colaboración, sino sistemas de software permitan la ejecución de procesos de negocio y la colaboración a la vez. Que nuestross SAPs, Siebels, JDEdwards, Oracles, Movexs, se preocupen por nosotros preguntándonos ¿en qué estás trabajando ahora?

Por fin, bienvenidos a la R-evolución! 🙂

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