Reflexiones 2.0 (Enterprise y Personales) de Marco Cimino

un momento de pausa entre la presión de cada día….

ADN emprendedor

with 5 comments


Hace unos meses explicaba en un post el esfuerzo y el compromiso que supone la filosofía 2.0 para las empresas y los trabajadores que las componen. Un verdadero equilibrio entre derechos y responsabilidades más allá de un simple contrato laboral.

Ayer Amalio Rey hizo referencia via twitter al post y en concreto comentó una de las frases: «Una empresa 2.0 no está formada por empleados, sino por emprendedores». (gracias Amalio).

Voy a darle 2 vueltas más al tema, sigue siendo desde mi punto de vista uno de los mayores inhibidores del mercado laboral actual: la actitud. Incluso lo comentamos hace unos días en una reunión/comida en la UIC con unos cuantos amigos (Trina, Eva, Ricard, Toni, Javi, Edith, Carlos).

Es innegable que el escenario económico actual ha cambiado (respeto a los últimos 5 años) y por norma general todos los sectores están sumergidos en una profunda reorganización. El proliferar de empresas por efecto de la sobregeneración de demanda que nos trajo la bonanza económica llegó hace año y medio a su saturación, empezando una caída libre hacia un escenario, mucho más realista, de moderación que lamentablemente está dejando por el camino una cantidad nunca vista de profesionales sin trabajo.

El futuro pasa (es una opinión personal) por una economía de empresas sostenibles (que nada tiene que ver con la ley de economía sostenible del gobierno Zapatero), respeto a la economía mercado (recordáis la definición de Marx?). Y cuando me refiero a economía de empresas sostenible, no me refiero exclusivamente a las empresas que económicamente lo sean, sino a aquellas que haya entendido que el mercado esta compuesto por distintos ecosistemas y que cuanto más trabajemos la visión de conjunto, fomentando el equilibrio entre todos los que componen el ecosistema, más sostenible será nuestra empresa.

Voy a intentar explicarlo… no se me duerman, por favor!

Una empresa y sus trabajadores son un ecosistema. El uno no puede vivir sin los otros y viceversa. Un ecosistema funciona si los objetivos de los unos y los otros se unen y se complementan.

Si el objetivo de la empresa es proveer servicios a sus clientes, a través de los cuales mantener un crecimiento constante y con el menor coste posible; estaremos marcando una distancia respeto a los objetivos de los trabajadores que la componen, que posiblemente serán el tener un sueldo elevado (a primera vista incompatible con el coste reducido), y disponer de tiempo para la familia. 😦

Si pero intentamos hacer el ejercicio de alinear los objetivos de unos y otros en beneficio del ecosistema, veremos como es posible proveer servicios a los clientes, a través de los cuales es posible mantener un crecimiento constante de la empresa, que reinvertirá parte de los beneficios obtenidos en proveer un nivel de ingresos adecuados a sus trabajadores y a generar beneficios sociales que mejoren la calidad laboral y ayuden a disponer de más tiempo para la familia. 🙂

Si todo el ecosistema es capaz de adoptar esta aptitud, podremos crecer hacia un modelo responsable mucho más eficaz y beneficioso para cada uno de los componentes del ecosistema. Actitud responsable, horario responsable, compromiso responsable, beneficios responsables, etc.

Hacemos ahora el ejercicio de extender nuestro ecosistema hacia nuestro mercado: los clientes.

Entonces nuestro objetivo será que los clientes quieren resolver sus necesidades a través del valor de nuestros servicios para potenciar su negocio, a través de los cuales somos capaces de mantener un crecimiento constante y reinvertir los beneficios en proveer un nivel de ingresos adecuados y generar beneficios sociales orientados a mejorar nuestra condición y la calidad laboral. 🙂 🙂

En este caso todos y cada uno de los elementos que componen el ecosistema estarán alineados para un objetivo común que generará a cada uno de ellos el beneficio deseado. Todo los elementos estarán trabajando en beneficio de nuestros clientes para garantizar la supervivencia del ecosistema. Nuestros clientes ganan, nosotros crecemos y nuestros empleados mejoran su calidad de vida!

Este es el caso al que me refería con la frase: una empresa 2.o se compone de emprendedores y no de empleados. El emprendedor es la persona capaz de poner en primer plano los objetivos de negocio de su ecosistema, evidentemente con la finalidad de cubrir sus necesidades. Un emprendedor es capaz de gestionar su tiempo en función de sus responsabilidades (sin la necesidad de «fichar» o necesariamente cumplir con un horario) y el compromiso (que el mismo ha adquirido) con sus clientes, es capaz de trabajar a medio plazo para el cumplimiento de un objetivo y de entender que sus necesidades serán satisfechas si el es capaz de satisfacer las necesidades de sus clientes, cumpliendo sus expectativas.

No nos engañemos. Aquí nadie está hablando de organizaciones sin ánimo de lucro. Simplemente estoy intentando transmitir la diferencia que hay entre la actitud del YO YO YO y más YO (sueldo, beneficios, comodidades, poca responsabilidad, implicación mínima y todo lo que le pueda sacar al cliente ya va bien. total, tiene mucho dinero….) y el actitud de pertenecer a un ecosistema en el cual o todos ganamos (empleados, empresarios, clientes y proveedores) o a medio plazo nadie gana. Es la actitud del valor, de la responsabilidad, de la implicación y de la comunidad. Vivimos en comunidades y sin embargo muchas veces primamos nuestro valor como individuos por encima del valor que aporta la comunidad. Esto, a medio plazo, pasa factura.

Durante muchos años hemos enseñado a nuestros hijos (los profesionales actuales y futuros) el valor de al APTITUD. En las universidades, la importancia de la formación, los post-grados, la evaluación del desempeño, la gestión del talento, las oportunidades de carrera.

Y quizás nos hemos dejado de un lado la ACTITUD. El aportar valor, compartir, el tener paciencia, la implicación, el compromiso, la responsabilidad, incluso a veces el respeto.

Hay que potenciar la comunidad, el aprender de todos compartiendo, el todos sumamos, desde abajo, con paciencia y pasión. Thinking Different!

Mi mayor ambición es que todos mis empleados, mis colaboradores y mis clientes estén felices. Aunque os parezca mentira, es el mejor seguro de vida que podemos contratar.

Entonces, qué os parece empezar la jornada pensando en a quien vamos a hacer feliz hoy?

¿continuará…?

5 respuestas

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  1. Marco:
    En primer lugar, gracias por la mención. Es un tema importante éste de los Empleados 2.0. Ya sabes, no hacemos nada con lideres 2.0 + empleados 1.0. Eso se queda en un simple paripé. Por eso estoy de acuerdo con la mirada sistémica u holística que propones. La idea de la interacción entre piezas dentro de un mismo ecosistema, que potencia enfoques win-win, en lugar de los llamados «juegos de suma cero» con que a menudo se interpretan las relaciones empleador-empleado o cliente-proveedor.
    La visión tiene que cambiar. Pero para que el empleado tenga una aCtitud de «emprendedor» necesita de un empleador que lo trate (desde el ejemplo) así, porque realmente se lo crea. Aquí tiene que haber coherencia en todo lo que se hace, porque sino chirría. No podemos pedir al empleado que se sienta emprendedor si no tiene poder, ni capacidad de decisón, ni espacios de participación. ¿que «emprendedor» sería ese? Los problemas de aCtitud vienen de las dos partes. Al final puede convertirse en el típico bucle infinito del huevo-y-la-gallina. ¿por donde empezamos?
    un abrazo..

    Amalio A. Rey

    junio 17, 2010 at 9:17 am

    • Totalmente de acuerdo Amalio.

      no nos podemos quedar en las palabras. hay que demostrar con hechos que creemos en este modelo. y los hechos son proporcionar todas las herramientas (autonomía, poder de decisión, derecho a equivocarse, derecho a una segunda oportunidad) para que nuestros «emprendedores» crezcan, adquieran experiencia y aporten su valor a la empresa.

      todos contamos, todos aportamos.

      un abrazo!

      Marco Cimino

      junio 17, 2010 at 9:31 am

  2. Hola Marco,

    Muchas gracias por la referencia a la comida/reunión que tuvimos en la UIC la semana pasada. Creo que este tipo de diálogos entre la universidad y las empresas facilitan que estos dos mundos (a veces muy desvinculados) encuentren puntos comunes y sepan adaptarse el uno al otro.

    Como bien dices, yo también coincido con la visión de que las «nuevas empresas» (el término Nueva Economía es del 2000!) están y estarán formadas por emprendedores. Hacen falta personas implicadas con el proyecto, que quieran dedicar sus mejores esfuerzos a la mejora continua de la organización, que pongan iniciativa y creatividad para encontrar nuevas soluciones que ofrecer al mercado… y sobre todo, que sepan escuchar!

    Muchas gracias!

    carlos

    carlos velilla

    junio 17, 2010 at 9:21 am

    • muchas gracias Carlos,

      efectivamente a veces los mundos están demasiado lejos… la universidad debería ser el primer acceso al mundo laboral.. no solo limitarse a completar la aptitud de las personas sino ayudar a entender cual es la actitud necesaria para construir nuestro futuro profesional.

      cuando queráis repetimos!!

      un abrazo

      Marco Cimino

      junio 17, 2010 at 9:34 am

  3. […] en nuestra sociedad empresarial inmersa en un proceso de cambio (os recomiendo el post ADN emprendedor  de @mcimino). A todos los que nos dedicamos a la inserción laboral nos preocupa enormemente la […]


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